18 de mayo de 2010

Despertares




Le gustaba despertarse esas mañanas , en las que no tenia nada mas por hacer que disfrutar de su tiempo, con el olor del café recién hecho. Ese olor era una bomba para ella, estimulaba solo mediante el olfato sus ganas de enfrentarse al mundo. Disfrutaba olisqueando el ambiente tumbada en la cama inmóvil, disfrutaba mientras él se desperezaba olisqueando su pelo, mientras sus respiraciones despertaban acompasadas por el mundo de los olores.


Le encantaba permanecer inmóvil mientras cambiaba el mundo, mientras poco a poco se hacia consciente de lo tarde que era, de lo mucho que había dormido, de lo bien que lo había hecho. Simplemente le gustaba hacerse la dormida mientras él la hacia abandonar su nube con cada una de sus respiraciones, mientras respiraba cerca de su cuello, de su espalda...


No le gustaban las respuestas obvias, y le encantaban las sorpresas previsibles, así que nunca pregunto porque todas esas mañanas se despertaba antes que ella, preparaba la cafetera y dejaba el café haciéndose a fuego lento mientras recobraba sus sueños para rendirse al nuevo día con el despertar de ella minutos mas tarde...


Realmente no deseaba saberlo, a pesar de que lo sabía. Era el pánico a oir aquello que realmente se negaba a admitir. Era el pánico a que un olor significase mas que un bonito despertar.


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